4.30.2013

Mi vida a tu lado



Recuerdos, miles de ellos vienen a mi mente ahora que no estas conmigo, solo me refugio en mi habitación pensando en lo que pudo haber sido, en lo que seria si aun estuvieras a mi lado. Cada parte de mi cuerpo te añora y grita por tu regreso; te fuiste un día sin decir nada, quizás por que ya no me querías, o no te daba el amor que te merecías, yo andaba tan ocupado con el trabajo, las clases, los amigos, que te deje de lado, no supe valorar ese amor tan grande y sincero que sentías por mi.

Definitivamente creo que caí en la costumbre de tenerte tan cerca de mi, que no podía pensar en la posibilidad de tu no estabas atada a mi, y eras tan libre de abandonarme y merecido lo tenia. Pero aún te recuerdo, sobre todo cuando cae el alba y me escondo en mi cama, que te añora tanto, pero no tanto como yo. Respirar tu aliento, sentirlo al lado mío, abrazándote por las noches luego de entregarnos uno al otro, de darte todo el amor que sentía y aun lo siento; pero lo tenia aparcado.

Echo de menos nuestro paseos, ¿cuanto amabas la naturaleza?, que siempre querías ir “al verde” sentir, la hierba entre tus manos, entre tus pies, caminando como una niña sin zapatos, manteniendo así el contacto con la naturaleza, ella y tu; en uno solo. En especial recuerdo los maravillosos paisajes rumbo al camino de Santiago; en los cuales te cansaste de hacer de modelo para mi, por que me decías que estabas horrible, lo cual no era cierto, por que con esa sonrisa que tienes iluminabas el cielo. Y como te decidiste a hacerlo, aunque requería un esfuerzo físico al cual yo no estaba acostumbrado, pero ahí estaba a tu lado, y tu animándome a seguir, diciendo que nos sentiríamos renovados al llegar, y como siempre tenias toda la razón.

Te quise desde el primer momento que te vi en esa cafetería, desde la primera sonrisa que me regalaste, desde el primer beso que me diste, probablemente no te merecía y hoy es cuando me doy cuenta de ello. Lo mas seguro es que nunca llegues a leer estas palabras, ya que solo las escribo como una forma de desahogarme, de desatar esta ira que llevo dentro de mí, pero con este breve relato.

Tus caricias me han abandonado, tus cálidos besos antes de acostarme, o al despertarme por las mañanas, las noches en que te entregabas a mi, pero sin duda lo que mas echo de menos es tu sonrisa, aquella por la cual era capaz de todo, el mundo era mío; cuando me sonreías así, era invencible.

La casa se siente vacía sin ti, es como si te hubieses llevado una gran parte de mi alma, ya que esta no descansa en paz, solo suspira por ti y reza por que vuelvas algún día, y te lleves lo que dejaste, a mí.

Hoy me di cuenta lo que perdí, solo deseo desde lo mas profundo de mi corazón que seas feliz, y que encuentres a un chico que te ame tanto o mas que yo, que sepa valorarte, por que como persona eres de lo mejor que he conocido, te amare siempre, pero también deseo algo para mi, y es poder olvidarte y se que no será fácil, pero iré despacio, haré mi vida en solitario, dormiré solo en mi cama, pero siempre, siempre, siempre, siempre faltaras tú.

By ©Vrok 2013

Relatos Libro Veo: Tu mirada

Cuando te conocí no deje de pensar en ti, y quería más. Me interesaste desde el principio. No solo por tu cuerpo, que me estremecía; era algo más: tu mirada.

Tu mirada descriptiva que cada vez que me dedicabas una podía caer rendida a tus pies.

Tus ojos que dan más vida a tu sonrisa, a tus palabras, a tus caricias; a esas caricias que me gustaría sentir, pero no soy capaz de decir nada frente a ti, por que cuando me miras mientras conversamos, yo dejo de existir.

Y me gusta por eso hablar tanto contigo, tenerte cerca, sentir que me buscas con tu mirada, cuando no me encuentras cerca, o al menos me gustaría pensar en eso, que poco a poco me convierto en algo más que una amiga para ti. Tanta suerte tuve ese día al conocerte, caerte bien, y sentir algo tan diferente contigo; algo que no me pasaba hacía mucho, mucho tiempo. Pero tengo dentro de mí ese temor que me perturba: ¿Te gustaré? No lo sé, quizás porque hace mucho que no me pasaba algo similar y mi radar esta algo obsoleto.

Describo lentamente tu cuerpo en mi cabeza, cuando llego a casa, cierro los ojos y te puedo ver acariciando mi cuerpo, tierna y suavemente; tocando mis manos, y solo pensar en eso, se me vuelve más sensible la piel. Después con esos labios rosados, lisos y carnosos rozando mi boca, haciendo temblar todo mi cuerpo e implorando que se acerquen y sentir por primera vez un beso tuyo que no acabe nunca. Y solamente pensando en eso me quedo con una sonrisa dibujada en el rostro, mientras me pregunto si eso es el amor, si en un segundo de haber conocido a alguien puedes enamorarte.

Es simplemente desastroso estar así tan colada por alguien, pero algún día me tenía que tocar, porque si a todas mis amigas les ha pasado, por qué yo iba a ser la excepción. No sabes cuánto tengo que ocultar cuando estoy a tu lado: mis sonrisas, mis miradas, mis gestos y mis palabras. Mi mejor amigo me dice que cuando algo tiene que pasar, pasará, que te dé tiempo a conocerme mejor, que seguro te gustaré; él me da ánimos a sobrellevar esta carga, este sentimiento que hace latir a mi corazón más deprisa. 

Pero a mí esto se me hace eterno, ya que solo quiero tenerte entre mis brazos, entre mis labios y entre mis piernas, y que me pertenezcas, y yo a ti.

No sé. Dudo que algún día afloren las palabras de mi boca y me decida a decirte algo; debe ser porque nunca me encontré en la situación de pedir una cita a un chico, siempre eran los chicos que me las pedían a mí. Solo me conformo con hablar contigo de vez en cuando, tu figura reflejada en mis pupilas, y la mía en las tuyas. Y en el caso de que no sea así, pensar que pudo haber sido algo bonito y que lo fue, pero en mis sueños, donde fuiste bueno, cariñoso, ardiente y sensible conmigo. Eso no me lo quitará nadie.

Mientas tanto solo diré en silencio mientras te veo: te quiero.

By ©Vrok 2013